Hello dears ♥
El tiempo. Cruel enemigo o fiel aliado, morador de un segundo y etéreo como un suspiro. Tiempo, en la sociedad en la que vivimos el tiempo es junto a las sonrisas uno de los bienes más escasos y, por ello, debemos aprovechar cada segundo de uno y atesorar cada atisbo del otro.
No en pocas ocasiones ya me habéis preguntado cómo domestico mi tiempo para con tan solo 24h. llegar a todo lo que hago. ¿La respuesta? Sinceramente, no creo que haga tanto. No si me comparo con mi madre, esa superseñora que desde que tengo la capacidad de existir me ha maravillado viéndola llevar su propio negocio, organizar una casa, criar a una hija, coordinar a toda una familia de cuatro hermanos y superar toda adversidad, enfermedad o problema que se cruzara en su camino, pero, tranquilos, no voy a irme por las ramas contándoos las peripecias de la superheroína de mi casa, esta vez hablaremos de la despistada y torpe becaria de la belleza que desde hace 22 años intenta vivir entre tanta supervivencia cotidiana. Hoy, queridos, hablaremos de mi tiempo.
1- Organización.
Porque de todos es bien sabido que la organización es la clave del éxito. Pequeñas metas diarias que cumplir a rajatabla, lluevan lazos o truene a Mozart. Tus metas son inamovibles, una vez las escribas cúmplelas sonría o nieve.
2- Buena alimentación.
Llamadme loca de las plantas pero para mi desayunar algo bonito, tomar cinco raciones de fruta y verdura al día, disfrutar de un buen café y depurar mi mente con una templada taza de té con leche me devuelve toda la energía que las maquiavelicas pero efectivas listas antes nombradas me han arrebatado.
3- Cuidados y belleza.
Hay quien lo ve como una perdida de tiempo pero, para mi, cuidar mi piel, hidratarla, aplicarme bálsamo y arreglarme un lindo moñito decorado con un lazo me ayudan a trabajar sin descanso. Muchas veces mi jornada laboral la tengo que hacer desde casa y frente al ordenador, y, por mucho que pudiese hacerlo en pijama, tengo ya más que comprobado que perfumada, hidratada o incluso maquillada soy mucho más productiva. Se trata de aprovechar el tiempo del que disponemos no de desgastarnos en el proceso ni de perdernos en el camino.
4- Ocio y tiempo libre.
Aprender a gestionar y disfrutar de nuestros momentos de ocio nos hacen dedicar más tiempo al de trabajo además de aumentar nuestra productividad. Si no descansamos o tomamos momentos de relax nuestro cerebro y cuerpo no podrán soportar el ritmo de trabajo y uno de los dos dejará de funcionar. ¿Rendir bajo mínimos o incluso enfermar por no sentarte media horita a leer tu libro favorito, disfrutar de los colores de la ciudad o del sonido de la gente al pasar? ¿De verdad no tenemos media horita para desconectar? Puede que entonces el problema resida en ese primer punto y en su lista.
5- Redes sociales, como os quiero.
Muchas personas toman erróneamente la idea de que la vida de una persona es lo que esta comparta o esté en sus redes sociales. Personalmente muchos os asombrarías de saber que la gran mayoría de mis publicaciones en Facebook, twitter o instagram las hago desde el móvil, en un medio de transporte o en mitad de una grabación. Las publicaciones importantes como las entradas del blog o de youtube muchas veces las dejo programadas de madrugada (mal!) o los fines de semana. Aprender a manejar las herramientas de organización web nos pueden ayudar a convertirnos en un ser que se encuentra a la vez en todas partes.
Aunque me temo que lo que más me hace aprovechar el tiempo son, como ahora, las madrugadas y, por el día bien prontito, saludar al mundo al ritmo de Good Morning Baltimore y una tacita de café bien cargado.
El tiempo. Cruel enemigo o fiel aliado, morador de un segundo y etéreo como un suspiro. Tiempo, en la sociedad en la que vivimos el tiempo es junto a las sonrisas uno de los bienes más escasos y, por ello, debemos aprovechar cada segundo de uno y atesorar cada atisbo del otro.
No en pocas ocasiones ya me habéis preguntado cómo domestico mi tiempo para con tan solo 24h. llegar a todo lo que hago. ¿La respuesta? Sinceramente, no creo que haga tanto. No si me comparo con mi madre, esa superseñora que desde que tengo la capacidad de existir me ha maravillado viéndola llevar su propio negocio, organizar una casa, criar a una hija, coordinar a toda una familia de cuatro hermanos y superar toda adversidad, enfermedad o problema que se cruzara en su camino, pero, tranquilos, no voy a irme por las ramas contándoos las peripecias de la superheroína de mi casa, esta vez hablaremos de la despistada y torpe becaria de la belleza que desde hace 22 años intenta vivir entre tanta supervivencia cotidiana. Hoy, queridos, hablaremos de mi tiempo.
1- Organización.
Porque de todos es bien sabido que la organización es la clave del éxito. Pequeñas metas diarias que cumplir a rajatabla, lluevan lazos o truene a Mozart. Tus metas son inamovibles, una vez las escribas cúmplelas sonría o nieve.
2- Buena alimentación.
Llamadme loca de las plantas pero para mi desayunar algo bonito, tomar cinco raciones de fruta y verdura al día, disfrutar de un buen café y depurar mi mente con una templada taza de té con leche me devuelve toda la energía que las maquiavelicas pero efectivas listas antes nombradas me han arrebatado.
Hay quien lo ve como una perdida de tiempo pero, para mi, cuidar mi piel, hidratarla, aplicarme bálsamo y arreglarme un lindo moñito decorado con un lazo me ayudan a trabajar sin descanso. Muchas veces mi jornada laboral la tengo que hacer desde casa y frente al ordenador, y, por mucho que pudiese hacerlo en pijama, tengo ya más que comprobado que perfumada, hidratada o incluso maquillada soy mucho más productiva. Se trata de aprovechar el tiempo del que disponemos no de desgastarnos en el proceso ni de perdernos en el camino.
Aprender a gestionar y disfrutar de nuestros momentos de ocio nos hacen dedicar más tiempo al de trabajo además de aumentar nuestra productividad. Si no descansamos o tomamos momentos de relax nuestro cerebro y cuerpo no podrán soportar el ritmo de trabajo y uno de los dos dejará de funcionar. ¿Rendir bajo mínimos o incluso enfermar por no sentarte media horita a leer tu libro favorito, disfrutar de los colores de la ciudad o del sonido de la gente al pasar? ¿De verdad no tenemos media horita para desconectar? Puede que entonces el problema resida en ese primer punto y en su lista.
5- Redes sociales, como os quiero.
Muchas personas toman erróneamente la idea de que la vida de una persona es lo que esta comparta o esté en sus redes sociales. Personalmente muchos os asombrarías de saber que la gran mayoría de mis publicaciones en Facebook, twitter o instagram las hago desde el móvil, en un medio de transporte o en mitad de una grabación. Las publicaciones importantes como las entradas del blog o de youtube muchas veces las dejo programadas de madrugada (mal!) o los fines de semana. Aprender a manejar las herramientas de organización web nos pueden ayudar a convertirnos en un ser que se encuentra a la vez en todas partes.
¿Cómo organizáis vosotros vuestro tiempo?
